La biblioteca pública promueve la lectura en las comunidades indígenas

Por: Sergio Alexánder Abonce Trejos – Bibliotecario de la Biblioteca Pública Municipal Otto Morales Benítez (Riosucio, Caldas)

En los territorios indígenas la biblioteca pública debe ser respetuosa de los usos y costumbres de tal forma que las actividades que se desarrollen estén orientadas a proteger y potenciar lo étnico y cultural al interior de las comunidades.

En los territorios indígenas la biblioteca pública debe ser respetuosa de los usos y costumbres de tal forma que las actividades que se desarrollen estén orientadas a proteger y potenciar lo étnico y cultural al interior de las comunidades.

La biblioteca pública es por su naturaleza un escenario de interculturalidad y por ello debe reconocer en lo étnico y cultural parte de la riqueza inmaterial que nutre su desarrollo. Es así como trasciende lo epistemológico —el conocimiento científico— y lo académico a lo óntico y vital, pues obliga a repensar muchas ideas tradicionales sobre el ser y deber ser de este lugar en el que se pretende acercar a las comunidades a otras realidades y a las propias a través de los relatos.

Este maravilloso lugar no es solo un escenario de conocimiento y cultura, el concepto de biblioteca pública trasciende mucho más allá, es un escenario vital en el cual existen múltiples interacciones como sentimientos, emociones y vínculos afectivos. Es un lugar que no se limita a la lectura y escritura, también es punto de encuentro para el diálogo, el juego, la amistad y el amor; es un escenario potenciador de sociedad y ciudadanía, en donde existe un desarrollo de libertades propias del ser humano, un lugar que nutre el desarrollo de proyectos de vida, un hogar y en donde el personal bibliotecario con sus usuarios constituyen familia.

Ahora bien, hablar de comunidades indígenas implica replantear los procesos de motivación de lectura y escritura desde la biblioteca pública. Un problema muy grande radica en que la promoción de lectura y escritura se ha convertido en un proceso homogeneizado, un recetario que desconoce la diversidad étnica y cultural de los territorios, pues la cultura, la historia, lo social, político, ambiental, geográfico, económico, entre otros aspectos, afectan la cosmovisión de los sujetos. Ello implica repensar las estrategias de promoción y, por ende, a la biblioteca pública para hablar en todas las lenguas, de todas las formas y para todas las personas posibles.

En los territorios indígenas la biblioteca pública debe ser respetuosa de los usos y costumbres de tal forma que las actividades que se desarrollen estén orientadas a proteger y potenciar lo étnico y cultural al interior de las comunidades. Es importante reconocer la heterogeneidad de la sociedad y la existencia de minorías étnicas, por ello el bibliotecario público tiene el deber de investigar la cosmovisión de sus usuarios y todo lo que ello incluye; es un ejercicio de repensar la gestión bibliotecaria y «desoccidentalizar» los programas. Si en el mundo occidental la promoción de lectura tiene como base el libro, en las comunidades indígenas la lectura tiene otra significación que parte de la tradición oral y reconocer ello es un reto cultural y político pues la lectura va más allá de interpretar un sistema de signos llamado letras. La lectura es un acto complejo de creación de sentido y se crea sentido también a través de la voz que transmite códigos culturales, historias, la herencia y ,por supuesto, puede y debe hacerse promoción de lectura y escritura desde allí.

Es claro que no podemos alejar el libro de las comunidades indígenas, pues algún día el niño deseará explorar el mundo y ello le exige el uso del libro como herramienta de transmisión de conocimiento y vida. Con el libro se enfrentará a los procesos de formación académica, laboral y demás; pero en el marco del rescate, preservación y promoción de valores culturales y étnicos la tradición oral no pierde vigencia y ello es una forma de lectura y escritura que se hace necesario potenciar desde la biblioteca pública.

Por ello, el proyecto que realizamos en la Biblioteca Municipal de Riosucio (Caldas) con las comunidades indígenas parte de reconocer y potenciar todos esos valores hacia el progreso social y del territorio. No se puede pretender que los niños con las sesiones de promoción de lectura aprendan su lengua materna que es el Embera de la noche a la mañana, pero sí podemos buscar fortalecer en la primera infancia un vínculo de amor y placer entre la lengua y la tradición oral que facilite el empoderamiento por su cultura y sus valores generacionales. De ahí que los niños alrededor del canto, las palmas y la música se divierten y sienten un vínculo de amor entre todos los actores alrededor de la actividad que permite reconocer la importancia de lo que están haciendo.

En la promoción de lectura y escritura, insisto, no se puede generar una mirada monocromática del mundo, debe ser policromática, que reconozca la diversidad y la tradición oral como literatura porque es también cuento, poesía, mito y leyenda, es novela, es economía, es ciencia, es derecho, es cultura; todo ello en el marco del respeto por los usos y costumbres de tal forma que sientan orgullo por su identidad indígena y en su edad adulta tengan valores firmes para no avergonzarse de lo que son y, en cambio, quieran luchar por la conservación de su cultura.

La democracia se nutre de diversidad y ello implica reconocer al otro en su esencia y forma de ver el mundo. La biblioteca pública es uno de estos escenarios vitales para conocernos, reconocernos y reinventarnos, y en relación con los niños que la visitan una oportunidad latente para gestar las comunidades que queremos ser.

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7 Comentarios

  1. Definitivamente que artículo tan interesante, creo que sería muy importante que el autor socializara con mayor profundidad el contenido del artículo, de todo esto hay muchas cosas que rescatar y se evidencia un proceso maduro y fuerte por la calidad de los conceptos que se manejan en lo relacionado con la lectura y la biblioteca en el marco de la diversidad cultural.

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  2. El respeto a nuestras culturas ancestrales, tiene Usted razón querido Bibliotecario Sergio, debe de ser ejemplo desde nuestras bibliotecas.

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    • Gracias por comentar, Néstor 🙂 Nosotros también estamos de acuerdo con Sergio y estamos felices de que haya escrito su experiencia para nuestra comunidad. Si tú o alguien que conoces tiene también historias para contar en relación con los niños y la cultura, nos encantaría leerlas. En maguaRED@gmail.com estamos siempre atentos.

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  3. Este artículo permite reflexionar acerca de la importancia de generar espacios desde la biblioteca pública a la diversidad etnica de nuestro tertitorio, un llamado a los bibliotecarios para que replanteen la gestión bibliotecaria en los contextos q asi lo requieran.

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    • ¡Así es, Claudia! 🙂 Gracias por comentar. Nosotros también encontramos muy valioso lo que propone Sergio y estamos felices de que haya escrito su experiencia para nuestra comunidad. Si tú o alguien que conoces tiene también historias para contar en relación con los niños y la cultura, nos encantaría leerlas. En maguaRED@gmail.com estamos siempre atentos.

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  4. Interesante artículo para reflexionar sobre el que hacer de las bibliotecas públicas entorno a la diversidad cultural.

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    • ¡Qué bueno que te haya gustado, Claudia! Gracias por comentar. Un saludo.

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