Relatos que Sanan
El Museo Casa de la Memoria no es un centro de exposiciones únicamente o un museo cualquiera. Es un espacio de construcción colectiva de memorias donde se busca la reparación y superación de las violencias en Medellín, en Antioquia y en todo el país, y donde las infancias también son un eje fundamental. Por ello surge Relatos que sanan, una colección muy especial de cuentos que logran llegar muy profundo, reparar, cuestionar y reflexionar acerca de ciertas violencias.
El equipo de educación y pedagogía y su equipo de gestoras territoriales del Museo Casa de la Memoria, a cargo de Luis Eduardo Maya, director general del Museo han desarrollado varias estrategias para abordar las violencias que atraviesan a los niños y niñas y que no se ciñen únicamente al conflicto armado. La violencia intrafamiliar, explotación sexual, comercialización de niños, niñas y adolescentes, el bullying y el auge de las webcamers en el país son algunos de los fenómenos en que las infancias están inmersas.
Desde la comuna 10, donde queda el museo, surge la pregunta de ¿cómo llegar a los diferentes territorios de la ciudad para prevenir las diferentes violencias? En aras de responder a esto, el museo inicia una estrategia con las gestoras territoriales que se prepararon en la Universidad San Buenaventura.
“Cada una de las gestoras tiene un rol muy específico en un lugar de la ciudad sin que se quedara ninguna de las comunas por abordar. Su rol era un poco llevar una serie de metodologías que permitirán a los chicos entender la violencia, entender las diferentes acciones en torno a la memoria a través de cuentoterapia”, nos cuenta Jessica Sepúlveda Arbeláez, del equipo pedagógico y autora de algunos relatos.
Pese a que los cuentos no surgen directamente de los niños y niñas, sí lo hacen desde el abordaje de las violencias en el contexto territorial.
Sin embargo, había alguien que todos veían, pero pocos notaban: el Señor Olvido. Pequeño y silencioso, el Señor Olvido caminaba con su poncho, carriel y sombrero.
—¿Alguna vez han hablado con él? —se preguntaba la gente.
—Nunca —respondían.

A partir de este relato y de leerlo varias veces con los niños y niñas en la comuna y en comunidad, se dieron cuenta de lo potente que era hablar de ciertos temas desde los cuentos y los personajes fantásticos.
“De cierta manera, lo que más nos afecta como país es que olvidamos gran parte de los sucesos y cuando miramos, muchas veces se vuelven a reiterar esas violencias y eso no es algo que dice Jessica ni el museo, sino que muchos estudios en relación a las pedagogías de la memoria denotan que esto puede pasar”. Cuenta Jessica.
“Las gestoras territoriales vieron la necesidad de nombrar algunas situaciones de violencia que a veces no están tan directamente evidenciadas en el conflicto armado, pero quizás sí derivan de ellas. ¿Qué pasa con las familias que han sido desplazadas? ¿Qué pasa con esos procesos de duelo que experimentan las familias? “Pero, además, ¿qué pasa cuando las familias llegan a los territorios y se enfrentan a estos nuevos tipos de violencia?”, explica Juan Fernando Jaramillo Montoya, el líder misional del Museo Casa de la Memoria.
A raíz de este cuento, surgió la idea de escribir más y más con la intención de crear una colección más grande de Relatos que sanan que no son relatos exclusivamente pedagógicos, que, por supuesto, tienen un componente fundamental desde lo pedagógico, sino que también hay una búsqueda por la sensibilidad estética a través de la narración.
“Así que las temáticas obedecen a problemáticas reales que evidenciamos en el campo y en el trabajo con la comunidad, pero que también apuntan a unas concepciones que nos permitan entender a los niños, niñas y adolescentes como sujetos que están atravesados por el arte. Y el arte también como un ejercicio de movilización social”. Agrega a Juan Fernando Jaramillo.
Así que los cuentos no solo evidencian realidades, sino que son insumos psicológicos, emocionales y también herramientas y rutas que le ayudan a los niños.
Relatos que Sanan se convirtió en la estrategia principal de prevención de violencias, que busca que no se agudicen más estos fenómenos y donde surge el cuento como terapia.
“Si bien es cierto que son temas difíciles, la solución no es no hablar de ellos. Es necesario hablarlos para poder prevenirlos y así contribuir con un elemento misional que es contribuir a las garantías de no repetición”. Comenta Juan Fernando
Además de lo anterior, Relatos que sanan es la primera incursión que tiene el fondo editorial Museo Casa de la Memoria y que busca convertirse en un proyecto macro de literatura infantil.
El potencial es tal que ya han llevado Relatos a distintos espacios de socialización, mediación y pedagogía en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, donde dejaron huella en cerca de 1500 niños y niñas.
“Ahí fue cuando nos dimos cuenta y entendimos precisamente la capacidad sanadora de sus relatos y la capacidad de generar diálogos y puentes con comunidades diversas, más allá de la comunidad de origen. Esto último creo que es uno de los elementos más maravillosos de los relatos que sanan y es su capacidad de universalidad”. Comenta Juan Fernando Jaramillo. “De ahí que haya necesidad de recordar la importancia de la memoria respecto a los otros cuentos cuando hablamos de las diferentes violencias que hay en Medellín. En Medellín hay una historia marcada fuertemente por el narcotráfico y esa historia marcada por el narcotráfico genera una cultura que desafortunadamente afecta a nuestros niños y niñas”. Agrega.
La explotación sexual y comercialización de niños y niñas es uno de los temas que aborda uno de los relatos: Un deseo y los señores Anzuelo sale de una investigación que hizo la Universidad Pontificia Bolivariana sobre este elemento y donde se habla específicamente de cuáles son los diferentes riesgos desde la Internet que exponen a los niños y niñas.

“Nuestro objetivo misional básicamente está dirigido a hacer un espacio de reflexión, reconocimiento y transformación que contribuya a la construcción de la memoria colectiva, sobre el conflicto en Colombia, es cierto, pero también sobre las diferentes violencias urbanas de la historia de Medellín”. Expone Juan Fernando.
Para el Museo, como entidad pública, la mejor herramienta con la que cuentan es la prevención. Dentro de esos elementos pedagógicos, hay diferentes acciones didácticas, recreativas, lúdicas y artísticas para poder acercarse de una manera más acertada a los niños y niñas y proponer estrategias sin daño y no repetición.
Encuentra los 10 Relatos que Sanan aquí.
https://maguare.gov.co/free-y-la-ruleta
https://maguare.gov.co/un-deseo-y-los-senores-anzuelo
https://maguare.gov.co/gerard-sin-rumbo
https://maguare.gov.co/girasoles-para-la-abuela
https://maguare.gov.co/hay-alguien-nuevo-en-clase
https://maguare.gov.co/la-gallina-carlota
https://maguare.gov.co/el-carriel-del-senor-olvido
https://maguare.gov.co/transformacion-en-la-montana-de-las-mariposas
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