Nikai, la bebé manatí: beca ganadora para la primera infancia

Para darle vida a una obra artística, a veces solo hace falta un reencuentro entre amigos y que el universo conspire. Otras veces, la inspiración llega desde las aguas cálidas y profundas del Amazonas como Nikai, la bebé manatí que da nombre a esta experiencia artística.

Nikai, la bebé manatí es una propuesta ganadora de la Beca para el fortalecimiento de contenidos artísticos para la primera infancia del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, en el marco del Programa Nacional de Estímulos. Una creación que une arte, territorio y naturaleza para invitar a bebés, niños, niñas, familias y cuidadores a explorar, imaginar y cuidar el mundo que habitan.

El próximo 1 de septiembre en Puerto Nariño y el 4 de septiembre en Leticia, las familias, cuidadores, agentes educativos y madres gestantes tendrán la oportunidad de vivir una experiencia artística única: Nikai, la bebé manatí.

Se trata de una propuesta interdisciplinar donde confluyen la música, el teatro, la literatura, las artes plásticas y visuales. A través de Nikai, una pequeña manatí amazónica, los asistentes serán parte de un viaje lleno de descubrimientos sensoriales, juegos y reflexiones sobre el cuidado de la vida, la naturaleza y el territorio.

Una experiencia para sentir, jugar y cuidar

Durante la puesta en escena, los niños y niñas explorarán sonidos, texturas, paisajes y personajes que los invitan a imaginar y crear. Con canciones, narraciones, objetos y artefactos sonoros, la obra recrea distintos escenarios: el vientre de Mamá Manatí, los ríos, la selva y los encuentros de Nikai con otros animales del Amazonas como el mono aullador y el jaguar. 

El público no solo observa: participa, propone y ayuda a Nikai a superar los retos de su viaje. Entre arrullos, juegos sonoros y momentos de contemplación, se construye colectivamente una historia que conecta a las infancias con su entorno y con el valor del cuidado.

El Colectivo Live: arte que transforma

Samantha Díaz, Nibeth Duarte, Daniel Quintero y Mariana Camacho son cuatro voces que se entrelazan en el Colectivo “Live” Escuela de Música en Movimiento. Unidos desde la infancia, sus caminos han sabido cruzarse una y otra vez, como ríos que regresan al mismo cauce. La vida los ha convocado alrededor de sus talentos —la música, el teatro, las artes plásticas y la literatura— para sostenerse, inspirarse y crear juntos, como si cada disciplina fuera un hilo que teje una misma trama: el arte como lugar de encuentro y de transformación.

Hoy, unidos, desarrollan propuestas que integran música, narración, teatro y pedagogía para la primera infancia. Cada integrante aporta su mirada y conocimiento con el propósito de construir y aplicar estrategias pedagógicas empáticas, amorosas y liberadoras que transformen la experiencia artística.  El colectivo cree firmemente en el poder transformador del arte desde la primera infancia y trabaja para que este sea un motor de desarrollo personal, emocional y social en cada territorio al que llega.

Arte y ambiente, unidos por la infancia

Uno de los grandes objetivos de la experiencia es generar conciencia ambiental desde la primera infancia, promoviendo el respeto por los ríos, la fauna y la flora, y destacando la importancia de proteger especies en riesgo como el manatí amazónico.

Además, Nikai, la bebé manatí fortalece los vínculos familiares y comunitarios a través del arte. Los bebés, niños, cuidadores y agentes educativos participan activamente en la construcción del relato, mientras descubren nuevas formas de crear, expresarse y aprender en colectivo.

Las canciones del montaje están compuestas tomando en cuenta ritmos folclóricos colombianos y latinoamericanos como la cumbia, el currulao, el vals, el huayno, y el son cubano.

Una invitación a la Amazonía

Con una narrativa estética y sensorial, la obra propone un recorrido inmersivo de ocho escenas y once canciones originales que hacen dialogar géneros musicales colombianos, latinoamericanos y globales con los paisajes sonoros del Amazonas.

Más que un espectáculo, Nikai es una invitación a escuchar el corazón del río, a reconocer el valor de la vida en todas sus formas y a sembrar semillas de cuidado en las nuevas generaciones.