Cuando el reloj marca la una, los esqueletos salen de la tumba.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las dos, los esqueletos cantan a una voz.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las tres, los esqueletos mueven los pies.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las cuatro, los esqueletos juegan al teatro.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las cinco, los esqueletos pegan un brinco.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las seis, los esqueletos nombran al rey.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las siete, los esqueletos lanzan un cohete.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las ocho, los esqueletos comen bizcocho.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las nueve, los esqueletos ven cómo llueve.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las diez, los esqueletos corren una res.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las once, los esqueletos tocan los bronces.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca las doce, los esqueletos se ponen en pose.
Chumba la cachumba la cachum-bam-bá.
Cuando el reloj marca la una, los esqueletos se van a la lunaaa...
Las historias de terror generan mucha curiosidad en los niños, y aunque esta no es precisamente para asustarse (a menos que lo propicies con alguna de las muchas actividades que puedes proponer utilizando este libro), los esqueletos que la protagonizan y el suspenso de lo que pasa con cada hora en el reloj los atraparán de encanto, ¡o de espanto!
Chumba la cachumba es un libro muy divertido; se lee jugando, cantando, saltando y riendo. Tiene 32 páginas ilustradas en 1995 por el venezolano Carlos Cotte (1969), quien utilizó gouache o acuarela opaca con toques en lápiz de color y añadió en digital algunos detalles y sombras. Su línea gruesa y sus destellos de tonos vivos (pese a lo lúgubre que podrían pensarse las tumbas) son una buena herramienta para mantener atentos los ojos del público infantil.
Si a menudo tienes que trabajar con grupos grandes de niños, esta obra puede ser de gran utilidad. Es corta, divertida, tiene un tema atractivo y permite que los niños estén de pie bailando al son de chumba la cachumba. Para Halloween, por ejemplo, estaría buenísimo. Mira este video que te permitirá adoptar un ritmo para narrar (aunque sería muy divertido proponer los ritmos en el grupo) y recuerda que este libro está disponible de forma gratuita en todas las bibliotecas públicas de Colombia como parte del catálogo Leer es mi cuento:
¡A pasarla bien entre letras! ¡Chumba la cachumba la cachum-bam-bá :)