*Linda Gillespie, MS, es formadora senior, asistente técnica y especialista en de CERO A TRES, organización que trabaja hace 12 años para asegurar que los bebés y los niños pequeños se beneficien de las conexiones familiares y comunitarias necesarias para su bienestar y desarrollo. Linda ha pasado los últimos 40 años en el campo de la educación temprana, aportando desarrollo profesional sobre la importancia de los tres primeros años de vida. Adicionalmente, ha escrito muchos artículos y fue una de las autoras de Prevención de Abuso y Negligencia Infantil. Actualmente apoya el trabajo del Proyecto de Pasos Saludables y el Centro de Servicios de Capacitación. Lgillespie@zerotothree.org
Juan de 22 meses, y Sara, de 27 meses, están jugando a la siesta en el área de juego.
Su cuidadora, Viviana, observa que Sara le dice a Juan que jueguen a la siesta y le pide que traiga la manta de su cubículo.
Entonces Sara gira a donde Viviana y dice:
– ¿Podemos conseguir algunas colchonetas para jugar a la siesta?
Viviana le responde
– ¿Cuántas colchonetas necesitas?
Sara mira a Juan y a sí misma, levanta dos dedos y dice:
– Dos, una para mí y otra para Juan.
Viviana le entrega las colchonetas y le pregunta
– ¿Dónde las quieres poner?
Sara señala un punto, un lugar en el área de juego.
Viviana se da cuenta de que Pedro, un tranquilo pequeño de 2 años de edad, observa atentamente, entonces ella le pregunta:
– Pedro, ¿quieres jugar a la siesta con Sara y Juan?
Pedro asiente con la cabeza y Viviana dice:
– Sara, creo que Pedro está interesado en jugar también
Sara dice:
– Bien, entonces necesitaremos otra colchoneta.
Ella (Sara) se voltea donde los niños y les dice,
– Niños es nuestra hora de la siesta, así que aquí tienen su colchoneta y aquí está la mía. Tomen sus mantas, vamos a tomar un descanso.
Juan dice:
– Pero yo no quiero dormir, yo quiero jugar.
Sara responde:
– Juan, solo estamos fingiendo, ¿recuerdas?
Juan dice que está bien.
Pedro, Juan y Sara se acuestan en las colchonetas como parece que se van a dormir Pedro dice
– ¡Pero no hemos leído un cuento! ¡Siempre nos leen una historia antes de la siesta!
Sara dice:
– Está bien, voy a conseguir un cuento para leerles.”
Los dos chicos se sientan. Sara consigue un libro en el estante, y se sientan en un círculo. Es un libro familiar, por como Sara cuenta la historia y pasa las páginas, fingiendo leer. Ella señala las ilustraciones y las usa como guías para contar la historia. Cuando ella termina, dice:
– Vamos a tomar una siesta.
Se acuestan sobre sus colchonetas y fingen dormir por unos dos minutos, y luego Sara dice:
– Hora del refrigerio
Todos se levantan y se van a la mesa del área de juego, donde fingen comer pasabocas, utilizando bloques de madera a manera de galletas.
¿Qué sucedió aquí? Y más importante, ¿qué aprendizaje ha ocurrido durante este tiempo libre? Vamos a descomponerlo: Primero, los niños eligen lo que quieren hacer y cómo quieren hacerlo. Sara es la líder obvia, así como la mayor. Los niños más pequeños están contentos de seguirla y contribuyen con sus ideas.
Sara muestra muchas habilidades en este escenario: ella dirige el juego, resuelve conflictos, pide ayuda e integra la rutina diaria en su juego. Demuestra entendimiento y establece correspondencia uno a uno. Ella sabe cómo girar las páginas de un libro, usar el lenguaje para contar una historia mientras señala las imágenes. Ella está demostrando muchas de las habilidades que los profesores Kathy HirschPasek Y Roberta Golinkof (2016) llaman a las Seis C: colaboración, comunicación, contenido, innovación creativa, pensamiento crítico y confianza. Éstas son las habilidades que los niños necesitan tanto como los adultos para vivir en el siglo XXI, y los niños en este escenario los están desarrollando sin problemas y orgánicamente a través del juego. Vamos a explorar estos conceptos un poco más:
La colaboración puede considerarse como la capacidad para trabajar con otros hacia una meta compartida. Sara, Juan y Pedro están colaborando en lo que deben jugar y cómo jugarlo. Mientras que Sara lidera, también es sensible a las necesidades de sus dos amigos. Por ejemplo, por sugerencia de Viviana, ella fácilmente invita a Pedro a su juego y responde a su necesidad de leerles un cuento. Esta importante habilidad se construye y se cultiva temprano cuando los niños comienzan el juego cooperativo.
La comunicación puede ser verbal o no verbal, y vemos ambos en esta historia. Viviana nota el lenguaje corporal de Pedro mientras mira el juego se desarrolla. Ocurre verbalmente cuando él comparte sus necesidades e ideas sobre la dirección del juego. Los niños han desarrollado esta habilidad en el tiempo gracias a que las interacciones con los adultos que los cuidan, han apoyado el desarrollo necesario para que las habilidades de comunicación puedan emerger. Los niños conversan, se escuchan el uno al otro, y saben cómo pedir ayuda.
¿Qué pasa con el contenido? El contenido de este escenario es rico. Hay aprendizaje de la aritmética mientras los niños calculan cuántas colchonetas son necesarias y asignar una alfombra por niño (correspondencia uno a uno). Las habilidades de alfabetización son evidentes, así como los modelos de comportamiento de Sara por la forma de la narrar el cuento, utilizando ilustraciones para apoyar la comprensión de la historia que cuenta. El contenido está por todas partes, sin necesidad de que nadie lo explique. A través del juego libre, los niños demuestran lo que saben y lo que están pensando. Viviana su profesora, observa y facilita este contenido y desarrollo de habilidades mediante el uso de avisos, por ejemplo, preguntando cuantas colchonetas necesitan y apoyando el juego dramático al proporcionar colchonetas reales para usarlas.
El pensamiento crítico es la capacidad de analizar y tamizar la información con el fin de dar sentido del mismo y aplicarlo dentro del contexto del entorno. Esta habilidad implica la parte delantera del cerebro que maneja la atención, la memoria, el control, y la flexibilidad, típicamente llamado funcionamiento ejecutivo. ¿Cómo vemos este aspecto del desarrollo desplegado en la escena de juego? Pedro dice: «Espera, todavía no hemos leído el cuento, nosotros siempre leemos un cuento antes de la siesta». Su cerebro está trabajando tiempo extra para hacer esa declaración: usa su memoria para recordar la rutina diaria y descubrir que algo (una historia) falta. Entonces él enfoca su atención en comunicar este descubrimiento a Sara. Ella, a su vez, es flexible y presta atención a su sugerencia, consiguiendo un libro de cuentos para leer al grupo. Ella es capaz de cambiar totalmente su idea original para incluir la de otro ¿No es una habilidad que le servirá más tarde en la escuela y la vida?
La innovación creativa es lo que permite unir el contenido y el pensamiento crítico para producir algo nuevo o diferente. Sara muestra esta habilidad cuando prepara la mesa de pasabocas, usando bloques como galletas. Incluso el desarrollo del esquema de juego es un resultado de la innovación creativa. Sara toma el contenido del tiempo de la siesta e incorpora en ella el juego de aparentar.
El último de los Ces, es la confianza y puede ser el más importante. Sin confianza, la capacidad de tomar riesgos y probar cosas nuevas se ve comprometida. Sara tiene confianza en su capacidad de conducir, pensar y mantener a dos pares interesados en actuar con ella. La confianza comienza temprano en la primera infancia, cuando los bebés aprender que sus necesidades, sentimientos y deseos son importante para los adultos y cuidadores en sus vidas. Como niños pequeños, los niños usan a los adultos como base de la cual explorar y aprender y su confianza crece mientras descubren todo lo que pueden hacer por sí mismos. A medida que Sara se acerca a la edad preescolar, ella todavía utiliza a los adultos de confianza en su vida cuando necesita ayuda, pero también tiene la confianza de hacerse cargo.
¿Cómo fomentamos estas seis habilidades en nuestro trabajo con los bebés y sus familias? El más importante aspecto de nuestro trabajo es conocer y entender el desarrollo infantil. Es dentro de este desarrollo marco que podemos ver los 6 Ces emergentes y construir sobre ellos.
Piensen al respecto
Reflexione sobre las 6 Ces y anote algunos ejemplos de cómo ha desarrollado estas habilidades a través de sus propias experiencias de vida.
Reflexione sobre las barreras que ha encontrado. ¿Cómo tener un compañero de apoyo le ayudó a superar estas barreras?
Piense en cómo ve a los bebés usando estas habilidades, incluso a bebés muy pequeños.
¿Qué observación realizada recoge alguna de las 6 Ces?
Haga una lista con las 6 Ces. Observe a niños de diferentes edades y compruebe si ve alguna de estas habilidades
Discuta estas habilidades con sus colegas y con los padres, familiares o cuidadores y pense en cómo puede incluir las 6 Ces para planificar experiencias para los bebés y niños a su cuidado.
Recuerde, nunca es «sólo jugar», es aprender. El aprendizaje que emerge a través del juego es profundo y significativos para los niños porque lo han formado ellos mismos. El juego ayuda a los niños a dar sentido a su mundo y les da la oportunidad de aprender a llevarse bien, pensar, comunicarse, tomar decisiones, retrasar la gratificación, resolver problemas y construir confianza.
Las 6 Ces son habilidades que no solo apoyan el desarrollo de niños felices y productivos sino también el de adultos felices y productivos.
Fuente: Asociación Nacional para la educación de niños pequeños NAEYC
Etiquetas: juego, lectura, Leer, los seis C, primera infancia