Por: Lina Salas Ramírez - Gestora de Comunidades, MaguaRED.
Verdi.
La identidad en los niños es muy importante, como casi todo en esta etapa de la vida, dado que están en desarrollo y frente a constantes cambios y dudas sobre el ser de todo lo que los rodea. De esto se trata Verdi, la historia de la estadounidense Jannell Cannon que narra los descubrimientos de una pequeña serpiente pitón sobre sí misma. ¿Cómo que un día soy así pero luego cambiaré? ¡Si me gusta como soy, no quiero cambiar!
Verdi nació amarillita y hermosa, con unas interesantes rayas negras en zig zag que la hacían ver muy bien. Nació también con un espíritu aventurero y preguntón, y apenas pudo raptar hasta donde las demás serpientes, verdes todas, fue a mirar y a preguntar por qué su mamá, al despedirse de sus crías, deseó que crecieran verdes como las hojas, si su look estaba increíble.
— “Quedarse mirando a los demás no es apropiado”, la regañó una serpiente. Mientras otra contaba que le tomó mucho tiempo digerir una lagartija.
— “A mí me gustan las lagartijas, pero seguro que yo no les gusto”.
— ¿Por qué no le gustas a las lagartijas? Preguntó Verdi. Y entonces recibió una segunda reprensión.
— “No interrumpas cuando alguien habla”, dijo la verde serpiente. Y la otra volvió a tomar la palabra cambiando de tema, pues su piel le picaba. Verdi golpeó repetitivamente con su cola la rama sobre la cual estaba para pedir la palabra, pero le dieron un tercer sermón:
— “¡Oohhh, deja de hacer tanto ruido que me pone nerviosa!” Y Verdi solo deseó nunca llegar a ser como esas serpientes verdes, rudas, perezosas y aburridas.
El viaje de Verdi para encontrar sus respuestas al toparse con otras serpientes que le muestran aquello que podría llegar a ser, los peligros que corre al exponerse frente a otras especies y sus temores sobre crecer, pueden propiciar una interesante exploración sobre los miedos o percepciones de los niños sobre su propia vida. Sin muchas pretensiones profundas pero con una certera claridad, este libro termina por contarnos que Verdi inevitablemente se volvió verde (pese a los incontables y arriesgados esfuerzos que hizo por borrarse el color cuando empezó a aparecer en su piel), que tuvo que aprender a cuidarse en la selva y ser más prudente, ¡que su color le ayudaba a camuflarse entre las hojas!, que se enteró de que las otras serpientes alguna vez fueron saltarinas y osadas, y que aunque comprendió de dónde llegaron los miedos de las demás y a su vez tuvo que madurar, descifró también que nada podía quitarle su esencia y que sus formas de ser serían, tal cual, su propia elección. ¡Ya verán los supersaltos de Verdi verde y sus aventuras con las pequeñas serpientes amarillas que se le acercaron, como lo hizo ella alguna vez!
Este libro lo puedes encontrar en todas las bibliotecas públicas del país con el catálogo Leer es mi cuento. Compártelo con los niños y dinos en los comentarios tus opiniones, desde la reflexión aquí contada, hasta la historia que lean juntos :)