Plaza Sésamo es un show de televisión con más de siete mil capítulos. Su primera emisión fue en 1972 y desde entonces ha sido un referente en cuanto a contenidos infantiles se refiere. Para nosotros es una gran noticia saber que en 2017 han aprovechado la incidencia que tienen sobre tantas familias en el mundo para plantear conversaciones sobre este tema esencial para las vidas de los niños y el desarrollo de nuestras sociedades: el autismo, y con él, la aceptación de la diversidad.
Julia, una niña pelirroja y perteneciente al espectro autista, es el personaje que crearon para hacer visibles las características que hacen diferentes, pero igual de importantes, a los niños con condiciones diversas y discapacidad.
¿Qué es el autismo? “Para Julia significa que quizá no responda de inmediato”, dice Alan Muraoka en el capítulo de presentación de este personaje, que desde 2015 aparece en los libros de Plaza Sésamo y ahora también en las pantallas. Esta respuesta tiene mucho valor en tanto nos muestra que el autismo es una condición que implica comprender la diversidad como una amplia gama de posibilidades, por lo cual convivir con un niño autista exige amorosas dosis de atención, paciencia y comprensión. “A veces las personas con autismo pueden hacer cosas que parecen confusas para ti”, remata Alan al explicarle a Bigbird (el primo de Abelardo) cómo es que el aleteo de Julia indica que algo le gusta (lo cual le sucede también a Santiago, uno de los niños de nuestra comunidad) y aunque de entrada puede parecer extraño, es una oportunidad para que ellos encuentren cosas en común que fortalezcan su amistad.
¡Y para inventar nuevos juegos! Los conflictos que se presentan en el capítulo tienen que ver con las maneras de interactuar de Julia y cuando los personajes comparten actividades se ven frente al reto de incluirla, con sus especiales características. Esto, que podría generar rechazo o algunas restricciones, termina por añadirle diversión a los encuentros, porque la diversidad nos hace mejores.
Julia no habla mucho. A menudo no hace lo que esperan, como responder a un “¡Chócalas!” o contestar tan pronto le hacen una pregunta. A veces funciona repetirle las cosas, pero en general es mejor evitar presionarla; darle tiempo de contestar cuando se sienta cómoda, respetar sus espacios, permitirle que tome recesos si los necesita y conservar la calma en caso de que ella parezca perderla. Los ruidos fuertes y las situaciones nuevas pueden ponerla un poco inquieta, pero cuando los demás tienen esto presente las situaciones se resuelven pronto y entonces tienen chance de conocer lo divertida y creativa que es.
Como Julia hay muchos más. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), 2009, la tasa mundial de Trastorno del Espectro Autista (TEA) o Autismo era de 1 de cada 110 niños, lo que nos muestra lo común de esta condición (cuyas cifras han ido en aumento) y lo imprescindible de conocerla, comprenderla y atenderla.
Este paso de Plaza Sésamo es muy valioso y así lo será que ustedes vean este capítulo en familia o con los niños con los que trabajan, así como considerar la diversidad para la creación de contenidos infantiles. Los invitamos a verlo, a contarnos qué opinan de esta noticia y a plantear a los niños conversaciones sobre la diversidad y la inclusión; en especial sobre los efectos que tienen nuestras acciones sobre las vidas de quienes comparten tiempo y espacio con nosotros. ¡Dejen abajo su comentario y compartan este enlace!