Los cuentos de hadas tienen hoy un destino: ser y contados a los niños que aún no saben leer. ¿Quiénes deberían leérselos? Los padres, los abuelos, los maestros. También, quizás, los hermanos mayores. Aunque originalmente fueron escritos para reyes, príncipes y duques, esos cuentos hoy son leídos por niños en todo el mundo. También por señores grandes que habitan en el reino de la infancia. Sí, están dirigidos a los niños, esos seres maravillosos que durante el día brincan, corren, saltan y gritan, y que al atardecer, cansados al fin, quieren oír historias para maravillarse un poco antes de que el sueño los rinda. La autora de estos cuentos, Madame D’Aulnoy, nació en Barneville en 1650 y murió en París en 1705. La idea es que con este cuento los niños, sus padres y sus abuelos, se dispongan a esperar la noche en compañía de La gata blanca, es decir, en muy buena compañía.
Autores: Madame D’Aulnoy
Ilustraciones: Elizabeth Builes
Cuales son. Los personajes principales de la gata blanca