En 1956 en Franklin Park, Illinois, dos madres, Mary White y Marian Tompson, amamantaban a sus hijos en un picnic de la iglesia cuando otras mujeres mostraron interés y se acercaron manifestando que habían querido amamantar pero que fracasaron en el intento. A partir de esta experiencia, junto con otras cinco madres, crearon la Liga Internacional de la Leche que hoy en día se encuentra en más de 85 países y que funciona bajo la premisa de que son madres apoyando a otras madres. Sesenta años después las mujeres siguen necesitando de esas redes de apoyo.
Cuenta Valeria Baena, lideresa de la Liga de Leche en Colombia, que pese a que amamantar es un acto biológico, las mujeres han empezado a cuestionarse sobre la capacidad de sus cuerpos para hacerlo. Una de las razones, explica, es que las mujeres han dejado de ver a otras mujeres amamantar, es decir, la práctica y el saber ha dejado se ser transmitida entre mujeres. Amplía:
Sin embargo, hoy en día es poco común encontrar estas familias. Como cuenta Valeria, la generación de la mujeres que ahora tienen entre 55 y 70 años no fueron amamantadas y muy pocas amamantaron a sus bebés, sobre todo las que estaban en entornos urbanos. Esto se explica por el boom de la leche de fórmula y de los biberones, que empezó en los sesenta. La Liga nace justo en el periodo en el que los médicos comenzaron a decir que la leche humana no alimentaba y que un bebé sano debía tomar fórmula. El mercadeo de las grandes empresas de leche de fórmula se disparó en ese momento.
Si se entiende el amamantar como un conocimiento tradicional que se ha ido perdiendo, la conformación de redes de apoyo, como el de la Liga u otras, es esencial para asegurar que ese conocimiento llegue a las mujeres que lo buscan.
Liga de la Leche en Colombia
El apoyo que da la Liga consiste, principalmente, en proveer información no solo respaldada en estudios científicos y en el conocimiento que ha adquirido durante todos estos años, sino en la experiencia que aporta cada madre que es o que fue lactante. Con esa información, las familias y redes de cuidado deciden lo que es mejor para quien amamanta y para el bebé. Es clave tener en cuenta cualquier sentimiento que pueda tener al respecto la mujer involucrada.
Las principales preguntas, dudas y miedos por las que las mujeres acuden a estas redes de apoyo suelen ser:
- “Mi médico me dice que tengo que complementar la alimentación, además de la leche dar alimentos sólidos, porque mi bebé está bajito de peso”.
- “Me duele dar pecho y tengo grietas”.
- “Tengo los senos congestionados”.
- “No tengo leche. Mi bebé acaba de nacer y no tengo leche”.
- “Tengo pezón invertido o plano y en la clínica me dijeron que no podía amamantar porque no tengo pezón”.
- «Yo o mi hijo no pueden dormir”.
- “Mi mamá o médico me dice que tengo que darle sopita y tiene cuatro meses”.
Muchas mujeres acuden a la Liga buscando seguridad en lo que están haciendo. Por un lado, algunas tienen la intuición que lo que hacen es lo correcto pero, por otro lado, les pueden estar diciendo que tienen que suplementar, que están malcriando a sus bebés o que están bajos de peso por alimentarse solo de leche materna, entre otras cosas.
Advierte esta líder que lo mejor que se puede hacer en momentos de crisis es escuchar a la mamá. No se trata de aguantar, de ser valiente, ni de dejar de amamantar para pasar a un biberón, que puede ser lo más “fácil”.
“Nosotras preguntamos: ¿por qué te duele? ¿Desde cuándo? ¿Qué has hecho? ¿En qué momento sientes que es mejor el agarre? No damos consejos ni fórmulas, damos sugerencias e información […]. Muchas mamás en una situación similar han visto que amamantar de esta forma ayuda”.
Estas son algunos de las sugerencias que las acompañantes de la Liga dan, validando siempre el sentimiento de cada mujer: “Sabemos que es frustrante, que puedes sentir culpa por no hacerlo”.
Importancia del acompañamiento en la lactancia
Aunque lactar es un acto exclusivo de cada madre, la crianza no está diseñada para llevarse en solitario. Por lo tanto, es fundamental el apoyo de las figuras importantes en cada familia o red de apoyo: la pareja, la mamá, la suegra o alguien cercano, alguien que aporte a la construcción de un espacio seguro, tranquilo y amoroso durante la lactancia.
Como explica Valeria, una madre con un recién nacido es un ser vulnerable y necesita que la cuiden, eso quiere decir, que cuiden de su entorno y de ella. Las redes son claves, pero hay que procurar que sean siempre positivas, que no juzguen sus decisiones, su maternidad o la forma de llevarla. Además de esto:
No obstante, la Liga parte del respeto en la decisiones de cada mujer. Aunque promueven los beneficios de amamantar, lo primero que indagan es, por ejemplo, por qué una mujer quiere destetar.
En los casos en que genuinamente la mujer quiere destetar, la Liga da la información necesaria para que lo haga de una manera respetuosa con ella y con el bebé.
En la Liga de la Leche se cree que:
- El buen cuidado maternal mediante la lactancia es la forma más natural y efectiva de comprender y satisfacer las necesidades del niño.
- Madre e hijo necesitan estar juntos inmediata, temprana y frecuentemente para establecer una relación satisfactoria y una producción adecuada de leche.
- La leche materna es por excelencia el mejor alimento para el niño.
- El amor, la ayuda y la compañía de la pareja es muy importante para la lactancia y fortalece la unión de la pareja. La relación especial de un padre con su hijo es un elemento importante en el desarrollo del niño desde su primera infancia.
Para contactar a alguna de las lideresas de la Liga de la Leche, solo hay que asistir a alguno de los grupos de apoyo o contactar directamente a los teléfonos en Bogotá y Medellín que están en la página o por Facebook.
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Etiquetas: ¿Cómo seguir con la lactancia?, dar leche, destete, lactancia, liga de la leche