Crecer siendo embera sin hablar el ebëra bedea

¿Qué pasa con los niños y niñas indígenas de nuestro país cuyos pueblos han perdido su lengua materna? Viviana Hernández, del resguardo San Lorenzo, de Riosucio, Caldas, cuenta que hoy en día en su comunidad solo hay tres familias hablantes del ebëra bedea. Tras un fuerte ejercicio político de lucha y reivindicación, cada día hay más iniciativas para recordar la lengua que les ha sido despojada. 

Contexto 

Actualmente, los embera se encuentran dispersos entre los departamentos de Antioquia, Bolívar, Caldas, Caquetá, Cauca, Chocó, Córdoba, Nariño, Putumayo, Risaralda, Valle del Cauca, y otros. Aunque estas comunidades comparten rasgos comunes en relación a su ley de origen y cosmovivencia, están diferenciados en cinco grupos principales, también distribuidos en Panamá y Ecuador. Los chamí (gente de montaña), los dobida (gente de río), los siapidara (gente de pacífico), los eyabida (gente de selva) y los wounan (chocoes).

Los embera son un pueblo que lucha en contra de su exterminio. Por varios siglos han resistido la campaña civilizadora y evangelizadora, las misiones religiosas, el conflicto armado, la disputa por el territorio, y la aculturación.

En Riosucio, Caldas, están los resguardos Nuestra Señora Candelaria de la Montaña, Cañamomo Lomaprieta, San Lorenzo y Escopetera Pirza. Los embera chamí de Riosucio también han tenido que sobrellevar diversos conflictos armados y disputas derivadas de la explotación de minerales

Resguardo San Lorenzo

En uno de estos resguardos, más exactamente en el de San Lorenzo, nació y creció Viviana Alejandra Hernández Bañol, estudiante de ciencia política en la Universidad de Antioquia, y quién se ha reconciliado con su identidad y su cultura. Hoy Viviana se identifica como embera y hace parte activa de su comunidad y de su resguardo.

“Mi comunidad no es hablante debido a la colonización antioqueña y a la disolución del resguardo. Luego de que se recuperara la existencia jurídica, se ha venido implementando en diferentes espacios la enseñanza de la lengua ebëra bedea (de la comunidad embera chamí), en los CDI en los colegios y otros espacios no tan institucionales como escuelas propias o procesos base. Se puede decir que estoy en el proceso de recordar la lengua”. 

Viviana, frente alguardían cerro, Riosucio, Caldas.

“Hay una discusión, que se vive en casi todas las comunidades indígenas de Caldas. Nosotros venimos de Sonsón, Antioquia, y como emberas empezamos a habitar el territorio muchísimo antes, pero hoy en día no se ha esclarecido bien cuáles son nuestras raíces”. 

En San Lorenzo hay solo tres familias que hablan ebëra bedea. Del resguardo vecino, de la Montaña, son los kumbas, quimbayas, umbras, que por reconocimiento institucional y por afinidades culturales y políticas, se han identificado como embera chamí.

Recordar el ebëra bedea

Desde muy pequeña hasta los cinco años, Viviana estuvo en una guardería en el resguardo. Pero el proceso de reivindicar su identidad indígena, comenzó en la escuela:

“En ese entonces se hablaba de una identidad campesina. En la escuela, los chicos, los jóvenes, que querían presentarse en la universidad, hacían unas horas en las que hablaban la lengua y daban clases en ebëra bedea por medio de canciones, danzas y la enseñanza de los colores”.

En El uso del español en las prácticas etno-pedagógicas y de educación propia en la comunidad Embera Chamí de Riosucio Caldas (2018), se afirma que el aprendizaje del español fue predominante en el proceso educativo, y muchas veces, como en el caso del resguardo de San Lorenzo, provocó la desaparición paulatina de la lengua por su escaso uso en las prácticas pedagógicas al interior de las instituciones. A esto se suma la característica de algunas las lenguas indígenas de ser transmitidas oralmente y el fallecimiento gradual de algunos hablantes, por lo general los mayores. 

Viviana cuenta que su identificación plena como indígena la estableció en la ciudad. En su propio resguardo y en los resguardos vecinos había mucha estigmatización

“Si usted es indígena, es bruto, era común pensar que los indígenas son los que se visten feo, los cochinos, así que uno asumía la identidad indígena solo en ciertos espacios. Por ejemplo, si hacíamos parte de algún colectivo; allí expresábamos la identidad: ponernos el traje, las parumas. Si se salía a otro espacio, no nos asumíamos como tal”.

En la ciudad Viviana aprendió a respetar su sistema de gobierno propio, y a reconocer los esfuerzos por fortalecer las raíces y la cultura.

“Mi mamá me contaba que mi abuelo fue uno de los recuperadores de la existencia jurídica del resguardo. A través de esa conciencia me di cuenta que tenía que defender este legado. Permitir la estigmatización era dejar que eso que habían hecho mis antecesores muriera”.

Infancia, crianza y educación en el resguardo

La crianza de los embera se da en comunidad. 

“La comunidad es la primera forma que uno tiene siendo un niño de relacionarse como persona”. 

El cabildo se ha preocupado por fortalecer espacios comunitarios para que los niños y niñas compartan sus experiencias. Dentro de esas actividades se destacan aquellas en las cuales se fomenta la importancia del territorio, la familia, las prácticas ancestrales y espirituales de los médicos tradicionales, y las actividades artísticas y culturales, como la danza, la chirimía, la cestería y el tejido. 

La escuela propia Umada chiobrai es una alternativa que se creó en el resguardo para atender los procesos educativos de la comunidad. En San Lorenzo, a pesar de que el Consejo Regional Indígena de Caldas, CRIDEC, con ayuda de hablantes provenientes de otros resguardos cercanos, ha realizado algunas capacitaciones a los docentes en lengua embera. Sin embargo, estos talleres aún no han sido formalizados en el currículo. Como los docentes no conocen la lengua materna, la proximidad de los niños y jóvenes hacia el ebëra bedea es mínima, comparados con el uso del castellano en la vida cotidiana y en el ámbito escolar.

 

Actividades de armonización la escuela propia Umanda chiobrai.

Para Viviana el tema de la lengua es una discusión clave en el presente. Muchos capunias, como se les dicen a los no indígenas en embera, piensan que no hablar la lengua nativa es no ser indígena. Afirma que con este argumento han querido quitarles la identidad:

“Puede ser coherente pensar así, que se pierde la lengua se pierde todo. Hemos charlado con comunidades hablantes, y ellos dicen que la lengua, no es solo las palabras que se mencionan, sino que cuando se habla la lengua es porque se está pronunciando un sentimiento, algo más grande que una palabra”. 

Actualmente el resguardo de San Lorenzo está en ese proceso de empoderamiento. Su reivindicación como indígenas implica construir desde el idioma que hablan, el castellano. No hablar ebëra bedea también hace parte de su memoria y su historia colectiva.

“Estamos reconstruyendo una historia  a partir de otros conocimientos que también son válidos: sembrar, organizarnos para ayudarnos con algo desde lo comunitario, lo cultural, y lo espiritual”.Cuenta Viviana, que el proceso de revitalización ha consistido en en identificar algunas palabras, y en incorporarlas paulatinamente a la vida cotidiana.

Estigma y discriminación

La discriminación que han sufrido las comunidades indígenas ha afectado la forma en cómo se ven a ellas mismas, a su lengua y a su cultura. 

“En resguardo San Lorenzo solo queda una familia completa conocida y algunos mayores y 110 médicos tradicionales que conocen la lengua nativa. De allí la importancia de buscar mecanismos de preservación de la lengua para que por medio de la educación oficial que se imparte en las instituciones educativas los niños y niñas, desde muy pequeños puedan tener contacto con su lenguaje ancestral” (2018). 

 

En MaguaRED expresamos nuestra admiración por los pueblos indígenas, que no solo hacen más diversa y compleja nuestras propias formas de ver el mundo, sino que son diversos y complejos en sí mismos. Pese a ciertos sentidos comunes que buscan preestablecer qué es o qué no es es un pueblo indígena, en el Año Internacional de los Pueblos Indígenas nosotros rendimos homenaje a aquellos pueblos que han perdido su lengua, porque esa pérdida también cuenta cuál ha sido su historia. 

Cuéntanos qué opinas de la diversidad, multiplicidad y complejidad de los pueblos indígenas de nuestro país y si conoces alguna experiencia que pueda nutrir nuestras miradas.

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