El artista plástico Alberto Lozada se hizo esta pregunta y decidió compartir con Maguaré y MaguaRED la respuesta que encontró después de observar diferentes cáscaras de frutas, semillas y sobraditos de jugo; colgarlos o pegarlos en las ventanas y manipularlos. Descubrió que aquello que no nos sabemos comer puede ser considerado un «vestigio noble» porque después de secarlo, molerlo y hacer algunas figuras con este material, conserva su aroma y puede volver a la tierra como abono.
Esta experiencia te permite compartir con los niños un momento en el que se le de valor a la transformación de la materia, a la manipulación de texturas, al paso del tiempo, a la incidencia del sol en los diferentes ingredientes y a las posibilidades de creación que nos ofrecen la naturaleza. Después de ver este video tu percepción acerca de los alimentos y de lo que consideras basura no volverá a ser la misma.