Por: María Teresa Pulgarin Cardona – Integrante del grupo AstroMAE, Parque Explora y Planetario de Medellín.
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¿Cómo es posible que la práctica de este maravilloso método de narración de historias, creado en el siglo XII por monjes budistas del Japón y retomado en el siglo XIX, haya quedado en desuso con la invención de la televisión?
En 2013, en el grupo de maestros amigos de Explora con énfasis en astronomía (AstroMAE), del Parque Explora y el Planetario de Medellín, se presentó el Kamishibai como una estrategia metodológica para la enseñanza de la astronomía a niños y jóvenes de las instituciones educativas.
Para reutilizar la idea del Kamishibai y convertirlo en herramienta pedagógica se creó un contenido de astronomía a través de una historia llamada «Un viaje al sol» contado con 9 láminas o filminas para Kamishibai. Cada lámina ilustrada cuidadosamente muestra cómo viven varias familias de mariposas que buscan llegar hasta el Sol. Todo ello a través de un texto narrativo entretenido, amable y sencillo.
Con la implementación de esta práctica, la narración se convierte en un momento mágico y encantador pues gana de manera especial la atención de los niños, fomenta la lectura y favorece la oralidad. Adicionalmente motiva en los niños la creación de textos y de historias de manera escrita o utilizando ilustraciones. Es decir, esta estrategia promueve la lectura involucrando a los estudiantes como intérpretes y creadores.
Para darle el contexto que merece esta herramienta japonesa y para cautivar la atención de los estudiantes, el narrador debe utilizar el vestuario original de esta técnica.
El Kamishibai ha sido un gran aliado a la hora de presentar temas de astronomía a población con síndrome de Down, quienes de esta manera han comprendido temas como el movimiento del sol, el día y la noche, los cambios de la luna, entre otros.
La experiencia con el Kamishibai y sus múltiples aplicaciones para acercar a los niños de primera infancia a la astronomía abrió puertas para participar en diferentes eventos como el V Encuentro de Reduca 2015, y en el desarrollo de varios talleres en la sede de la Corporación Teatro Colonial de Robledo.