Escuchando a los animales, oliendo el pasto húmedo y corriendo sin parar a pie descalzo, se recordó Onaiber Alfonso Ibáñez mientras vivía el módulo de juegos y rondas del diplomado de Cuerpo Sonoro en 2016. Se descubrió con toda la energía y vitalidad que tenía de niño, como si fuera un impulso venido como un chispazo desde sus talones, se echó a correr mientras otros participantes del diplomado trataban de seguirlo.
Onaiber es un artista plástico e instructor de capoeira con diez años de experiencia, oriundo de Astrea Cesar, municipio situado al noreste del país de unos 26 grados, agrícola, ganadero y muy tranquilo.
La primera fase del diplomado se llevó a cabo en Cúcuta, en agosto de 2016, alrededor de 23 participantes hicieron parte de esta experiencia, que como cuenta Onaiber se realizó en un entorno muy natural que hizo resaltar las vivencias que lo caracterizaban por pertenecer y estar tan apegado a la naturaleza desde niño.
A la pintura llegó desde niño de forma natural y espontánea, según su familia su abuelo paterno también dibujaba, pero Onaiber no lo conoció. A sus seis años e incluso antes, le gustaba ir a la finca de sus abuelos maternos o donde vivía, tomar una vara y comenzar a rayar en la arena, era muy feliz y sobre todo cuando llovía y había arena mojada donde podía hacer sus dibujos para que permanecieran un poco más.
Luego, en la zona urbana de Astrea, donde realizó el bachillerato generó fama por su forma de dibujar. Desde séptimo hasta once participó en el concurso de dibujo de su colegio y durante cinco años consecutivos obtuvo el primer puesto. Durante este tiempo era un alumno que poco escribía y solo pensaba en dibujar y eso le dio una identidad, reconocimiento y trabajo visual ante los demás. “Hoy en día lo hago más natural por tener tranquilidad en algo productivo, pero también es algo que el cuerpo pide, es algo que necesito hacer para estar contento”.
Además del dibujo a Onaiber le gustaban las acrobacias y artes marciales y cuando tenía la oportunidad se iba al parque a practicar. Terminando el colegio, llegó a Astrea el auge del PlayStation y del Super Nintendo. En un juego llamado Tekken 3, Onaiber reconoció un personaje al que podía imitar cuyo nombre era Eddy Gordo. Como Onaiber vendía chance para pagar los estudios, guardaba algo de lo que se ganaba para jugar. La historia de Eddy Gordo, era la de un capoeirista y luchador que vivía consciente de los problemas de desigualdad que había en su país, Brasil, y era considerado un hombre cercano y solidario.
Así que imitando los movimientos de este personaje y sintiendo cercana la historia del mismo, se enfocó en aprender capoeira. Viajó a Bogotá en 2008 y se entrenó con maestros brasileros hasta que volvió a Valledupar donde pudo reunir su arte plástico, pero también lo escénico que había aprendido.
Como él dice, antes de tomar Cuerpo Sonoro, tenía vacíos respecto a las expresiones artísticas y estas se fueron moldeando durante el diplomado. Uno de estos era el uso de todas las herramientas sonoras. “Prefiero ver el sonido, aplicarlo en los niños y en la infancia no como música sino como el sonido en sí que recrea y da muchas potencialidades para crear un trabajo más armonioso que se refleja positivamente”.
Desde los 19 años, este artista empezó a darle clases a los niños del barrio en sus dos especialidades, sin embargo hasta que tomó el diplomado lo hizo consciente de que cada actividad generaba en la infancia un impacto enorme.
Cuando replicó su experiencia con las maestras del César, en la segunda fase del diplomado, trabajó teniendo en cuenta las potencialidades del contexto. Uso el totumo, fruto de un árbol típico de la región y creó juguetes. Además comenzó a buscar en compañía de los maestros qué tipo de cosas podía dar el medio, y durante la experiencia empezaron a sacar toda clase de pigmentos con lo que encontraban, descubriendo nuevos colores que se reflejaron espontáneamente en el papel. La actividad estuvo asociada a las concepciones de infancia y muchos concluyeron que con la misma libertad que ellos lo hicieron, los niños rayan sin pensar en hacer algo artístico o impecable sino dejándolo fluir.
Tras Cuerpo Sonoro, Onaiber se comprometió a darle seguimiento a los jardines y al trabajo de las maestras de su región y así seguir cambiando las estructuras formadas alrededor de la primera infancia.
«Las maestras comienzan a entender las perspectivas corporales y el trato a los niños cambia, hay que saber hablarles, desde que posición,así como el espacio es importante en el trabajo con los niños. Saber que si se tiene afán no hay necesidad de jalar si no se puede correr con ellos, o que en lugar de hablarles mirando hacía abajo o agachándose es importante mirar a los ojos y estar a la misma altura que ellos.
Es extraño hablar de un capoeirista de Astrea pero eso también habla de la diversidad y cómo se puede potencializar. Nadie creía que me fueran a reconocer por eso. El trabajo que se hace con esos niños es una forma de decir que no todos pensamos igual, las personas quieren participar pese a que no haya las oportunidades. Los niños quieren otra forma de expresarse o de aprovechar su tiempo y recrearse y las herramientas están ahí a la mano».
Si eres un agente educativo o cultural que trabaja con primera infancia en Santa Marta, Rionegro y Pereira y quieres hacer parte de este diplomado tienes que saber que están abiertas las convocatorias Cuerpo Sonoro 2017.
Más información en: Abiertas las convocatorias de Cuerpo Sonoro en Santa Marta, Rionegro y Pereira
Siempre supimos que eras una persona especial. Compartir contigo o verte prácticar tus acrobacias sin duda fue todo un placer. Felicidades mi hermano saludos desde Astrea.
VIEJO JUANK, un Abrazo, agradecido por sus palabras, por su tiempo.
Súper interesante, felicidades a Onaiber. Su trabajo es prueba inequívoca que los sacrificios dan su fruto.
viejo juank, muchas gracias por tu tiempo, un abrazo !!!
Amigo, paisano….TAMOS JUNTOS, éxitos en la península.