Las diferentes expresiones artísticas y culturales, la literatura, la música, la danza, las narraciones orales, los juegos, juguetes, la poesía, y en general todo el patrimonio material e inmaterial, hacen parte del conjunto de derechos culturales que se les debe garantizar a los niños y niñas de primera infancia. Esto es vital para fomentar su participación activa en los procesos de afirmación de sí y de su derecho a ser parte de una comunidad a través de la identidad cultural. Así mismo, como actores en la construcción, conservación y desarrollo de su cultura se les debe proporcionar diálogos permanentes con otras expresiones culturales del país y del mundo.
Por ello, el Ministerio de Cultura ha incentivado la recuperación, divulgación y producción, en diferentes formatos, de un gran número de contenidos culturales como cuentos, cantos, arrullos, canciones y relatos de diversos territorios del país, procurando llegar a los entornos donde se desarrollan los niños y las niñas. Desde 2013 la Estrategia Digital de Cultura y Primera Infancia ha trabajado para que a través de Internet se logre favorecer el acceso, participación y disfrute de bienes culturales dirigidos a niños entre cero y seis años, sus familias, cuidadores y agentes educativos.
Así se crean entretejidos Maguaré y MaguaRED. El primero como portal con contenidos de calidad, seguros y pertinentes para todos los niños y niñas en primera infancia, centrado en los lenguajes de expresión artística y en la valoración de la diversidad cultural y la interculturalidad. Y MaguaRED, como una comunidad virtual que propicia el trabajo en red para compartir saberes y experiencias entre diferentes actores cuya labor, amor, compromiso y quehacer gira en torno a la primera infancia: familias, cuidadores, agentes educativos, creadores de contenidos, gestores culturales y decisores de política pública, entre otros. MaguaRED fomenta también prácticas de acompañamiento en el uso de medios, tecnologías de la comunicación y disfrute de contenidos culturales.
La Estrategia Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia De Cero a Siempre, desde el año 2010 concibe la atención integral «como la forma a través de la cual los actores responsables de garantizar el derecho al pleno desarrollo de las niñas y los niños en primera infancia, materializan de manera articulada la protección integral. Para que ello sea así, las acciones deben ser intersectoriales y darse en los órdenes nacional y territorial». (Presidencia de la República, 2013, p.139).
De esta manera, la Estrategia le plantea al país el reto de garantizar el desarrollo integral en los diferentes espacios físicos, sociales y culturales a los que reconoce como los entornos en los que transcurre la vida cotidiana de la primera infancia. En ellos se promueve y cuida su integridad física, emocional y social; se genera tranquilidad y confianza en niñas y niños. Los adultos que también habitan estos ambientes son sensibles ante sus intereses, inquietudes, capacidades y facilitan su inclusión en atención a la diversidad de culturas, etnias y particularidades del desarrollo. De esta manera, la estrategia define cuatro entornos: hogar, salud, educativo y espacios públicos. (Presidencia de la República, Fundamentos Políticos, Técnicos y de Gestión, 2013: p,122.):
En este caso, el entorno espacio público contribuye en la construcción de la identidad y sentido de pertenencia de los niños, el ejercicio de la ciudadanía, la participación con incidencia, el desarrollo de los procesos de socialización y la creatividad. Así mismo, convoca a la generación de acciones que promuevan en las familias, cuidadores y niños el encuentro con los otros, con la historia individual y social, con el arte, el acervo y los bienes culturales que movilizan la construcción de una cultura que posibilite el desarrollo integral.
El comprender Internet como expresión y extensión del espacio público, y como parte de los vínculos que los seres humanos, especialmente niños y niñas establecen con las tecnologías de la información y la comunicación, hacen de Maguaré y MaguaRED dos referentes sobre posibilidades de integrar cultura, desarrollo integral y primera infancia.
Ello, en tanto comprendemos que los niños y niñas son sujetos culturales, del lenguaje, sociales y políticos, y que desde el vientre forman parte de una cultura en un espacio-tiempo en los que se forjan la afirmación de sí y la adscripción e identificación con su cultura particular. En otras palabras, los seres humanos somos cultura, vivimos en ella.
De esta manera juego, arte, literatura y exploración del medio como actividades propias de la primera infancia son también expresión cultural y posibilidad de los niños de gozar de sus derechos culturales, entendidos estos “como aquellos derechos que garantizan el desarrollo libre, igualitario y fraterno de los seres humanos en esa capacidad singular que tenemos de poder simbolizar y crear sentidos de vida que podemos comunicar a otros”. (Prieto de Pedro, 1994). Es importante resaltar que los derechos culturales se ejercen en cada sujeto y a nivel colectivo.
Maguaré y MaguaRED fomentan el juego, los cantos, los arrullos, las rondas, la literatura, las historias de la tradición oral, los poemas, los trabalenguas, las adivinanzas, entre otras expresiones culturales, como una manera de visibilizar la dimensión artística y el sentido simbólico de diferentes comunidades. Además de la diversidad cultural, Maguaré y MaguaRED también comprenden la importancia de fortalecer los vínculos afectivos entre los niños y sus cuidadores, valorar la lectura de emociones que hacen los bebés mucho antes de interpretar el alfabeto e impulsan el fomento de la imaginación, la creación y la exploración en el desarrollo integral de los niños y las niñas. Así, el juego, las expresiones artísticas y la literatura son el núcleo de los derechos culturales. Estos llenan de creatividad y vitalidad las mediaciones e interacciones con los niños y son expresiones de ser niño. Estos lenguajes hacen parte de sus vidas cotidianas y dan cuenta de sus características, intereses, gustos y necesidades.