Se ha planteado en anteriores editoriales la necesidad de garantizar los derechos culturales a los niños en la primera infancia y también la importancia de fortalecer los vínculos afectivos para satisfacer sus necesidades durante esta etapa en aras de darles mayores herramientas para sortear distintas situaciones tanto del presente como del resto de sus vidas.
Llegan las vacaciones, los niños pasan más tiempo en casa. Es el momento de tener en cuenta otro concepto clave como adultos responsables de niños de primera infancia: la mediación.
La mediación es el proceso de interacción que desarrollan padres e hijos o cuidadores y niños para brindarles los apoyos necesarios para que desplieguen todas sus potencialidades emocionales, sociales, cognitivas, comunicativas, imaginativas y motrices.
En la escuela o en espacios donde los niños están a cargo de agentes educativos la mediación está orientada desde lo pedagógico o lo didáctico con protocolos y contenidos establecidos, mientras que en los entornos familiares se da como un acompañamiento, muchas veces intuitivo, que se hace a los niños en distintas actividades y momentos. En vacaciones a veces los niños son dejados horas frente al televisor, a videojuegos o internet, sin ningún tipo de mediación, con la posibilidad de que se enfrenten a temas, situaciones o contenidos poco apropiados para su edad.
La mediación no debe entenderse como supervisión, sino como un intercambio más igualitario donde las dos personas, el adulto y el niño aprenden el uno del otro; no se trata de no dejarlos solos en ningún momento. La mediación implica acompañarlos a través de una orientación respetuosa que les permita desarrollar su propio criterio.
El juego es la forma de mediación más divertida para que padres e hijos o cuidadores y niños interactúen, es una actividad generadora de placer para ambos si no se realiza con un propósito diferente a divertirse. La invitación es a oler, a sentir, a tocar, a cantar, a bailar, a hablar, a crear historias. La exploración y adaptación al entorno de los más pequeños se da a través del juego; el desarrollo de la fantasía, la imaginación y la creatividad en los más grandes.
Que el juego sea la mejor mediación estas vacaciones.
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