Gracias a nuestra actividad #MeEncantaMaguaré recibimos un profuso recuento de las actividades cotidianas de Juliana París Guáqueta, una trabajadora social que actualmente labora en el Colegio General Santander, ubicado en Engativá Pueblo, Bogotá, en el que se benefician 400 niños con atención integral a la primera infancia.
Es justamente en esta área en la que Juliana realiza actividades dirigidas a las familias que hacen parte del entorno de los más pequeños, su dedicada descripción y la extensa documentación de más de 20 páginas y docenas de fotografías que nos hizo llegar, son pruebas de una experiencia que quisimos compartir con todos los miembros de nuestra comunidad.
El trabajo de Juliana se ha centrado en tres líneas:
- El reconocimiento de las historias de vida
- Hacer que las familias conozcan qué es un vínculo afectivo , cómo se fortalecen estos vínculos, qué generan y cómo beneficia el desarrollo integral de los niños
- Sensibilizar para combatir la validación de la idea de corregir a través de la violencia
La “Hora Feliz” es un encuentro grupal que fortalece los vínculos afectivos con la invitación a que trascienda el aspecto pedagógico y traspase al ámbito familiar y personal, promoviendo la vinculación de todos los miembros de la familia que intervienen en la crianza desde la gestación, convirtiéndose en agentes transformadores que contribuyen a la garantía de derechos de la primera infancia.
Esta estrategia está compuesta por distintas actividades cuya intencionalidad y orientación está encaminada al fortalecimiento del vínculo afectivo por medio de momentos casi íntimos que involucran la contemplación, la acaricia, el acunar en brazos, bailar y reír. La idea es que estas prácticas se implementen y se fomenten en el hogar. Los cuidadores reconocen en acciones que están presentes en la cotidianidad la construcción del vínculo afectivo y la importancia de cultivar relaciones afectivas y respetuosas con el niño desde su formación intrauterina así como en las diferentes etapas de desarrollo posterior a su nacimiento.
Además se pretendió que se instauraran en las dinámicas familiares el espacio de compartir y “atender” efectivamente al niño aportando a su desarrollo integral siempre como elemento principal en la comunicación del cuidador el afecto como una medida de garantía de derechos.
Actividades: Antes de empezar cada actividad se realizan preguntas orientadoras
- El arrullo:
¿Qué es el arrullo? y ¿qué sensaciones produce?, con estas preguntas se da inicio a la actividad en la que los cuidadores toman a sus niños en sus brazos cómodamente y se s invita a las gestantes a que abracen sus vientres como acto afectivo hacia sus bebés, mientras escuchaban arrullos de distintas regiones del país. Se orientó a que se contemplara, acunara, se arrullara cada niño y se propiciara el encuentro visual. Al final se invitó a que buscaran o compusieran un arrullo en casa y se le catara periódicamente al niño con la participación de las demás personas que componen el grupo familiar
- Sonidos y sentidos:
Se dispuso a los niños en compañía de sus cuidadores en un círculo en el que paulatinamente se fueron arrojando papeles de distintos tipos, texturas y tamaños acompañados de burbujas y sonidos de la naturaleza, promoviendo la estimulación de los sentidos del oído y del tacto principalmente, mientras se guiaba en la construcción de un diálogo suave y cariñoso hacia el niño
- Juego
A través del movimiento, el canto, las risas, brazos y producción de gestos con los niños se reconocen los mecanismos de vinculación afectiva con los niño.
- Lectura en voz alta:
Se realiza la lectura de un libro preferiblemente especializado en primera infancia, creando un ambiente de gozo, disfrute y vinculación entre los cuidadores y niños
- Con tacto me contacto de corazón a corazón:
Basado en la experiencias con los bebés canguros, se les pide a las familias que se acomoden con su niños en colchonetas así como a las gestantes ponerse cómodas para brindarle un masaje a los niños al mismo tiempo que escuchan música con tono suave y tranquilo. Con esta actividad se motiva a la caricia, el contacto piel a piel, la mirada, y la palabra dicha con ternura.
La importancia de estas actividades radica en generar espacios de participación e interacción con los niños desde el relato de experiencias donde se evidencia las particularidades de cada familia y se promueve el diálogo de saberes desde el encuentro humano. “La familia debe ser reconocida como la primera instancia de socialización para el desarrollo de capacidades a través de la recreación, el vínculo afectivo y la importancia del reconocimiento del niño desde la gestación como sujeto de derechos”.
¡Muchas gracias Juliana por contarnos tu experiencia! Y a todos ustedes los invitamos a compartir con los demás miembros de MaguaRED los detalles de su trabajo con la primera infancia y sus cuidadores, familiares y agentes educadores.
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¡Qué hermosa experiencia, gracias por compartir!
Un abrazo