Yenny Santamaría y Diego Fernando Sánchez son los creadores de Camusi Camusi, una serie para niños de 2 a 5 años, pionera en la creación de contenidos para la primera infancia: ¡Camusi Camusi se ha llevado el reconocimiento en más de nueve festivales de educación, animación y de contenidos para niños, alrededor del mundo! Jugar a Camusi Camusi es lo que le proponen Sol y Remi, los protagonistas de esta serie que enaltece los lenguajes expresivos y las expresiones propias de los niños. Sol reta a Remi a adivinar qué instrumento suena y mientras lo hacen –mientras juegan– ellos exploran, escuchan, tocan y se acercan a los instrumentos, a veces sus nombres, sus forma o sus sonoridades.
– ¿Listo Remi?
–¡Listo Sol!
Son las frases con las que da comienzo a este juego.
Del stop motion a los contenidos infantiles
Yenny y Diego se conocieron hace 14 años, cuando estaban en octavo semestre en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. Una compañera de Yenny le preguntó a Diego cómo crear un pequeño cuchillo de metal para un cortometraje que preparaban en una técnica que apenas exploraban, el stop motion. Diego, con su conocimiento en diseño industrial, carrera que cursaba, las guío por ciertos materiales que podían funcionar y la respuesta les gustó tanto que lo invitaron a participar de la creación que se llamó Luff Dufp, una historia de dos personajes separados por una pared, que se escuchan y se dan cuenta que están muy cerca pero no pueden conectarse nunca.
Cuando Yenny se graduó empezó a trabajar en algunos proyectos –varios de ellos junto a Diego: hicieron un magacín documental llamado Banderas en Marte, donde en cada capítulo había una pieza animada; también desarrollaron un corto animado llamado Doliente, con el que ganaron una convocatoria de la Cinemateca Distrital.
«Tenía una expectativa muy grande de lo que quería hacer con Doliente sin tener en cuenta los recursos, los conocimientos que teníamos en el momento o los mecanismos que no sabíamos hacer. Aprendimos muchas técnicas, pero también aprendimos a cómo afrontar un proyecto», reconoce Yenny.
Un encuentro con la animación infantil
Pese a que muchas personas tienden a relacionar la animación con los contenidos infantiles para Yenny y Diego la primera etapa creativa significó más un proceso de experimentación, de creación de maquetas, personajes e historias que recurrían a lo metafórico y reflexivo: al “mundo de los adultos”.
Los contenidos infantiles llegaron a Yenny Diego con Flotanautas, una serie de videoclips educativos que llevaban a los niños a recorrer el país y a enfrentar diferentes conflictos: el programa era el articulador de toda la franja educativa de Señal Colombia. Yenny hacia la dirección de voces con los mismos actores, la revisión de guiones y el contacto entre los productores y el equipo; mientras que Diego trabajaba con los actores y con el equipo de montaje artístico.
Luego, en 2008, crearon Animaedro, junto con Yack Reyes y Diana Sánchez, y desde allí hicieron parte de la realización de algunos videos animados para Josefina en la cocina, un programa infantil de Señal Colombia donde se hacían recetas de cocina para aprender y hacer.
«Como empresa era muy importante trabajar para una serie en televisión en un canal como Señal Colombia y ese fue realmente nuestro primer contenido infantil», cuenta Yenny.
En 2012 el país ya había comenzado a replantearse la narración infantil para los niños y se abrieron convocatorias para contenidos audiovisuales infantiles; una de ellas era de desarrollo y producción de series para niños, del Ministerio de Cultura, a la que aplicaron Yenny y Diego:
“Un conocido tenía una idea y no sabía cómo producirla porque para la convocatoria pedían una muestra audiovisual y él quería que nos aliáramos: él escribía y nosotros hacíamos a la pieza”, recuerda Yenny.
Con esta propuesta quedaron de segundo lugar, pero… “Algo muy chévere que hace el Ministerio de Cultura es que no es solo un proceso de concurso sino de aprendizaje y llegar ahí incluía una asesoría con expertos en televisión infantil y esa evaluación y retroalimentación fue muy importante”, afirma Yenny.
A partir de esta asesoría se dieron cuenta que habían abordado el proyecto cometiendo muchos errores: uno de ellos, tal vez el más importante, era que se aproximaban a los contenidos infantiles desde la mirada adulta.
Al año siguiente Yenny y Diego se encontraban en un momento crítico como empresa, a punto de renunciar a todo. Sin embargo por esa época inició una convocatoria de microprogramas para primera infancia, a propósito de la Política de Cero a Siempre, y a Yenny se le ocurrió una idea: ¿Por qué no hacer una serie sobre instrumentos musicales colombianos, inicialmente, con un niño y una niña que juegan con el instrumento? Así nació Camusi Camusi.
Uno de los elementos más importantes de la consolidación de la idea fue la asesoría de una pedagoga; ella apoyó la justificación de la importancia de los sonidos, los instrumentos y el juego para los niños y, además, dio un ingrediente nuevo que fue clave: los juegos de conciencia fonológica que aportan a la habilidad para reconocer y usar los sonidos en el lenguaje hablado.
Así, pues, en el lenguaje, en su riqueza y conformación Yenny y Diego encontraron un elemento clave para el juego en los niños de primera infancia: rimar, dividir las palabras en sílabas, completar la palabra. Con base en lo anterior Camusi Camusi tenía un sustento pedagógico muy grande y, también, una excusa para hacer algo muy divertido.
Se presentaron a la convocatoria con esta idea y sin saber muy bien en qué se metían, ganaron. El Ministerio de Cultura les asignó un tutor y la oportunidad de recibir retroalimentación de sujetos externos, expertos en contenidos infantiles.
Camusi, el nombre, hace parte de uno de esos juegos de conciencia fonológica que es repetir una palabra hasta que se forma otra. Para Yenny y Diego era muy importante que desde el nombre fuera un juego:
El paradigma infantil en los contenidos audiovisuales
La serie Camusi Camusi tiene dos elementos importantes y relevantes frente a las concepciones de lo infantil en los contenidos audiovisuales. Por un lado Sol es una protagonista mujer que se aleja de los estereotipos y representaciones que han reforzado los contenidos audiovisuales, en general: la suavidad, dulzura, delicadeza, etc.
“Para mi Sol es esa niña fuerte, no como esa niña estereotipada que es delicada. Sol es fuerte y ser fuerte no es ejercer la violencia, ella tiene su suavidad y eso intentamos preservarlo”, cuenta Diego.
Por otro lado, los instrumentos en Camusi Camusi no son sacros, por el contrario, Sol, pero sobretodo Remi, pueden morderlos, patearlos, montarse en ellos: los instrumentos para la serie son juguetes.
La serie le brinda a los niños de primera infancia una experiencia significativa, un aporte nuevo de la vida desde la riqueza sonora.
«Camusi es el acceso a experiencias, que los niños sepan que hay un instrumento que se llama puerca y que se puedan reír por su nombre y que suena chistoso», dice Yenny mientras se ríe.
Camusi Camusi además es un estímulo con relevancia cultural porque las sonoridades que se presentan son, en el trasfondo, una representación de lo que es ser colombiano, así como la riqueza cultural del país. En la serie confluye la conciencia fonológica, el juego, los personajes, los instrumentos, así como la apuesta desde la realización de respetar y ver a los niños como seres complejos que usan el juego como una estrategia brillante para comprender, entender y aproximarse al mundo.
Para Diego Camusi Camusi representó un cambio de chip en sus ideas: los niños no son seres incompletos, y de ahí derivó la creación de los personajes. Sol y Remi son niños que están explorando el mundo… Como ellos, Yenny y Diego, quienes exploran sus mundos a través del stop motion o, mejor dicho, a través del juego.