Antes de que saliera el sol, los azulejos, barranqueros y chillones levantaban con su canto a Hitayosara y a Alejandro para que comenzaran la faena musical del día. Con un buen desayuno tradicional del Eje Cafetero empezaban a inspirarse para crear en medio de la finca “La Dicha” un álbum que hoy tienen disponible las familias de Colombia a través de Maguaré para acompañar a los niños en cada una de las actividades del día. Son canciones para escuchar mientras el bebito aún está en la panza de la mamá y para arrullarlos y que duerman la siesta de la tarde o para que se bañen bailando como ranas.
Hitayosara Ojeda es cantante, productora musical, emprendedora y mamá. Es hija de Jairo Ojeda “el papá de la música infantil colombiana” como ella misma lo menciona y ha cantado desde siempre. Su último trabajo en conjunto es A la una la laguna del 2012 un libro y álbum musical donde Hitayosara fue productora ejecutiva y musical.
Hitayosara contó con la complicidad de su mamá que le ponía a escuchar obras especialmente de artistas argentinos como María Helena Walsh y Pro Música del Rosario, así como las producciones de Cri Cri de México.
Cantar la dicha
En medio de esta finca rodeada de árboles, agua, viento y pájaros, olorosa a café se creó este trabajo musical que honra la gestación y el cuidado de los niños más pequeñitos. El proceso fue una metáfora de la gestación de algo único y especial en un universo amplio, rico e infinito como ocurre con el crecimiento de un bebé en el vientre de la madre. Y fue tan poderosa la experiencia creativa que Hitayosara concibió a León, su segundo hijo, y cantar la dicha pasó de ser una producción musical muy simbólica a ser la vivencia explícita de la alegría.
Parte de lo que pensaron en la conceptualización de esta obra fue que cada canción tuviera una función, por eso los nombres contienen una especie de guía que sugiere cómo usar cada una de las piezas musicales.
Una de mis canciones favoritas es Soy – Canción de reconocimiento, es una canción que me resuena mucho en este momento de la vida por la creación de un universo, estoy gestando un ser dentro mío, a León y ello toca profundamente mi sensibilidad de madre. Pero me gusta mucho todo el álbum, me lo disfruto, esta muy bien hecho, hay canciones muy divertidas.
Canto de la dicha – Arrullo de inspiración, es una canción que contiene un sonido instintivo que producimos las mamás al arrullar “mmmm… mmmm”. Es un sonido que no dice nada, pero que es rítmico y suave para acunar y acompañar a ese pequeñito recién llegado. Buscamos crear una especie de mantra, un juego de palabras, así que escribimos muchas palabras que nos representaran el arrullo y luego jugamos con las sílabas, ese arrullo parece que estuviera en africano… contiene la energía de las palabras puestas de otra manera.
Sangapaninga – Para calmar y balancear la cantaba mi abuela a mi papá y luego él me la cantaba a mí, es un arrullo para balancear. A Gabriela del Sol le encanta subirse al escenario y cantarla, pero los conciertos deberán esperar un rato mientras nace León y está más grandecito.
Amasa la masa – Canción para jugar es una canción para la caricia y hacerle masajes a los niños, para oler, sentir, tocar, la propuesta es jugar con los niños con el ritmo rápido y lento, para hacerle cosquillas mientras se juega con el cambio de tiempos.
El sueño – Canción para dormir y La siesta – Canción para dormir son canciones para acompañar esos momentos con música tranquila. Alejandro hizo una investigación sobre los cantos de las ballenas y sobre frecuencias sonoras para que los bebés recuerden el vientre y estén tranquilos. También incorporamos los sonidos del río y el fuego. El viento lo grabamos en la montaña… es viento de verdad. El álbum tiene esa verdad, es música que fuimos a buscar, con tacto, con la magia de la vida, a conciencia.
La rana – canción para el baño tiene una historia fantástica. Allá arriba en la montaña teníamos unos vecinos con dos hijas: una grande y otra chiquita. Un día a la pequeñita le llenaron con una manguera una ponchera para que se bañara. Ella estaba jugando con el agua muy feliz y por la manguera se deslizó una rana como si estuviera en un tobogán y ¡zas! cayó en la ponchera. Nos pareció un cuento precioso así que la canción cuenta una historia divertida, es una excusa para jugar con los niños mientras se bañan, para bailar como ranas.
La estructura del álbum está planteada como si fuera el día de un niño, desde que amanece, pasando por los distintos momentos importantes, como reconocer la existencia del pequeño, bañarlo, hacerle masajes, alimentarlo, llevarlo a la siesta, jugar y ponerle la pijama para el descanso de la noche.
- Amanecer – Canción para dar las gracias
- Coloreando – Canción de la creatividad
- La estrella Florecita – Canción para poner la pijama
- Canto de la dicha – Arrullo de inspiración
Hitayosara reconoce que uno de los más grandes desafíos de los productores musicales para la infancia es llegar de manera masiva al público y que muchos conozcan las producciones de alta calidad que se hacen en Colombia.
Como es habitual Saimiri le propuso a Hitayosara un juego de palabras. Nuestro monito ardilla decía una palabra e hitayosara debía decir otra de manera automática sin pensar… este fue el divertido resultado:
Jugar: Cantar
Niños: Vida
Gestar: Crear
Sangapaninga: Arrullo
Dicha: Vida