En una época en el que nos invade el plástico y en el que el acto de jugar se ha convertido en un lujo para las familias, ya sea por el tiempo o por pensar en los “costos” de las actividades al aire libre, que se han ido reduciendo, es importante recordar el juguete como un elemento de creación, transformación y subversión.

En el Quilombo pedagógico Germán Patiño Ossa, que se realizó del 16 al 19 de agosto en Cali, visitamos la estación de la Subsecretaría de Primera Infancia. Allí participamos del taller conducido por Elizabeth Torres, y dirigido a niños y niñas, y aprendimos a hacer las muñecas abayomi.

Elizabeth Torres en el Quilombo. Taller para aprender a hacer las muñecas abayomi con los niños y niñas.

Las muñecas abayomi

Contó Elizabeth que en los tiempos en que las mujeres africanas eran esclavizadas y traídas a América en embarcaciones, cuando escuchaban a sus hijos desesperados y envueltos en llanto, se arrancaban un trozo del vestido y con siete nudos le daban vida a las muñecas abayomi.

Cada nudo era un anhelo protector para ese infante, y en ese acto la muñeca se convertía en amuleto pero también en un juguete en el que obraba la espiritualidad de niños y de las mujeres, quienes sentían que así los cuidaban. 

Las muñecas fueron vehículo para el juego, un juego subversivo que creó nuevos órdenes y realidades. De esas muñecas también brotó la resiliencia que caracteriza a los descendientes los pueblos esclavizados.

Historia afrodescendiente en Colombia

Para Elizabeth Torres, subsecretaria de primera infancia de Cali, la historia afrodescendiente ha forjado unos valores, saberes y prácticas de crianza en las que, por ejemplo, el cuerpo se ha construido en un instrumento esencial para conectar con la primera infancia.

“Es necesario reconocer que hay un saber, un saber de una cultura particular, pero que permea la vida la vida de los niños afrodescendientes que llevan esas riquezas: los juegos, las maneras de acompañaros a dormir, de invitar al juego, de celebrar la vida o de conmemorar la muerte, son algunas de las prácticas que llevan a otro lugar la crianza pero demuestran que hay otras maneras de representar la existencia”.

Cuando se juega con una muñeca abayomi se cuenta y se hace homenaje a una historia, pero también se evoca una identidad. 

“Es un juguete que viene con una historia que no necesariamente atrapa, sino invita a construir significados y sentidos. Aquello que aparentemente no es útil, a través del juego cobra vida. La muñeca aboyomi no es un objeto que se vaya a desaparecer, deteriorar hacer desechable”.

Pasos para hacer una muñeca abayomi

A continuación indicaremos los pasos y elementos necesarios para su fabricación

 Paso 1

Los materiales que necesitamos son: tres pedazos de tela negra cortada uniformemente, unas tijeras y telas de otros colores para hacer los vestidos

Paso 2:

Toma dos de los pedazos de tela negra cortada y empieza a hacer nudos. El primero en la parte superior (en la cabeza). Segundo, el otro pedazo de tela ubicalo en la mitad y haz nudos en sus extremidades. 

Paso 3. 

Haz un agujero con las tijeras por la mitad de la tela para que pase la tela negra que ya es la estructura del cuerpo, repite lo mismo con las otras telas hasta que quedes satisfecha con su vestimenta y con otro pedazo de tela crea un cinturón y si quieres un turbante.