Al ritmo de guacharaca y el romanticismo de las letras que evocan el recreo, las penitencias y picardías de los niños, llega Lero, lero, candelero. La colección toma su título de un juego tradicional que a pesar de haber cambiado de nombre a lo largo de diferentes generaciones, ha conservado el espíritu libre y espontáneo. Este es un compilado de canciones dirigidas a los “chirrimplines”, en palabras del maestro Jorge Velosa. Además, este disco es una pieza de gran importancia para el rescate de la cultura campesina y su aporte al acervo sonoro de nuestro país.
La colección ofrece narraciones cantadas con un sinnúmero de personajes y escenarios propios de la idiosincrasia boyacense. Por consiguiente estas historias nos permitirán llevar a cabo juegos de palabras, ejercicios corporales y de representación. Vamos a crear ambientes a partir de diferentes materias y objetos para aprovechar la narrativa característica de la carranga.
Aquí encuentran 6 actividades para aprovechar la colección carranguera. Lo más importante es que son gratuitas y promueven en los niños sus capacidades de expresión plástica, musical o escénica.
Descarguen aquí las sugerencias de uso de Lero, lero, candelero.