El Ministerio de Cultura, gracias a la decisión de tres jurados nacionales e internacionales, escogió seis ganadores para desarrollar procesos de promoción de lectura con la primera infancia en bibliotecas públicas o salas de lectura De Cero a Siempre del país. Cada proyecto ganador promueve espacios de participación donde se celebra la diversidad, la lectura, la oralidad, el patrimonio y los lenguajes expresivos, propiciando el goce y disfrute de éstos como derechos culturales de los niños y niñas de primera infancia.
Compartimos con ustedes los ganadores y sus proyectos:
Radio Memoria:
Camila Fernanda Arévalo Forigua es estudiante de licenciatura en educación infantil de la Universidad Pedagógica de Colombia. Su proyecto Radio Memoria: Re-Conociendo nuestra identidad, recuperación y difusión de los saberes ancestrales, que se desarrollará en el municipio de Puerto Nariño, del departamento de Amazonas, propone crear una emisora infantil en la que los niños ejerzan su derecho de participación y ciudadanía. Lo anterior estaría sustentado, a través de un proceso pedagógico, mediante la promoción de lectura, en el valor de la palabra, la narrativa y las historias que componen el patrimonio inmaterial de los niños en estos territorios.
“Cabe destacar que los programas radiales serán una forma de participación protagónica en pro de la difusión de memoria y saberes locales. Estos programas serán realizados por los niños y las niñas quienes serán los principales actores dentro de este espacio; ellos y ellas desde el inicio serán quienes elijan el nombre de las emisora, el logo y el eslogan, el cabezote, las cortinillas, las canciones y los intros. Todo se hará de forma colectiva”, dice Camila Fernanda Arévalo Forigua.
Caná, un mar de historias por navegar:
Leidy Marcela González Goyeneche es politóloga recién egresada de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Su proyecto, Caná: un mar de historias por navegar, propone crear un grupo de lectura y experimentación creativa infantil en la Biblioteca Pública de Sapzurro, en Acandí, Chocó. Su objetivo es identificar y reconocer, desde la exploración artística, las prácticas sociales y rituales que realiza la comunidad en relación con las dinámicas del mar, la selva y los ríos. Con base en lo anterior se creará un producto didáctico e interactivo hecho por los niños y niñas.
Esta propuesta involucra a la bibliotecaria, las madres comunitarias, las familias y por supuesto a los niños y niñas de primera infancia, que en el ejercicio de participación e investigación serán protagonistas y narradores de su entorno.
“Por ello el nombre de Caná, el cual hace alusión a la tortuga más grande del mundo que anualmente llega a las playas de Acandí a desovar y depositar en este territorio sus crías, las que luego nacerán y partirán al mar en un ciclo de vida marina único y extraordinario. El reconocimiento de este fenómeno también tiene relación con el proceso de experimentación-creación del grupo en la medida que se gestarán nuevos seres sentipensantes a partir del diálogo permanente entre madres, bibliotecaria, pasante, niños y niñas haciendo alusión al vínculo madre-hijo y sus procesos de transmisión de saberes, conocimientos y prácticas. Este proceso es esencial para el sostenimiento del patrimonio cultural en la región”, dice Leidy Marcela González Goyeneche.
Taller de Literatura Infantil:
Natalia Maritza Ramírez Reyes es estudiante de últimos semestres de Estudios Literarios y Cine y Televisión, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Su proyecto busca contribuir, a través de la lectura y la escritura, al proceso de paz y reconciliación que se viene gestando en el territorio de Pueblo Nuevo, en Briceño, Antioquia.
“La creación colectiva entre familia reforzará los lazos afectivos ofreciendo a los participantes un lugar poco convencional de interacción, incluso un espacio que podrán reproducir en sus hogares. De esta manera la experiencia de participación en el Taller es íntegra, pues no solo se promueve una cultura de paz, reconciliación y respeto a través de la lectura o la creación, sino que también se hace viva en la experiencia de los niños en sus relaciones diarias con otros”, dice Natalia Maritza Ramírez Reyes sobre el proyecto.
La casita de los títeres:
Jairo René García Ramos es estudiante de últimos semestres de licenciatura en teatro, de la Universidad de Antioquia, en Medellín. Su proyecto, La Casita de los títeres, propone un espacio que vincula los distintos elementos gramaticales del lenguaje escénico para que los niños y la comunidad de Santa Cruz de Mompox, en Bolívar, narren su entorno. El proyecto pretende que distintos personajes –títeres– expresen, con la participación colectiva de los habitantes de Mompox, las historias de la comunidad. El objetivo principal es dejar instalados procesos de largo alcance y sostenibles que sigan fortaleciendo las acciones de la Biblioteca con la primera infancia, siendo un espacio a la vez de formación a formadores.
“Desde La casita de los títeres pretendo configurar un espacio que vincule a la primera infancia y a las familias que están acompañando a sus hijos en esta etapa inicial; que ellos tengan un encuentro directo con las dinámicas culturales de su territorio, también una recuperación de la memoria histórica nacida del reconocimiento cultural de lo propio y una difusión de los saberes locales”, dice Jairo René García Ramos.
Con Pepita la lechuza vamos todos a cantar:
Ana María Carvajal Carvajal es recién egresada de la licenciatura en educación básica con énfasis en humanidades y lengua castellana, de la Universidad de Santo Tomás, de Bucaramanga. Su proyecto, Con Pepita la lechuza vamos todos a cantar, que se desarrollará en Bellavista, en Bojayá, Chocó, pretende generar procesos comunitarios desde la promoción de la lectura y el reconocimiento de la diversidad cultural. Ella propone que, a partir del libro Una morena en la ronda: Arrullos, juegos y relatos de las comunidades afrocolombianas, se desarrollen experiencias que convoquen a la comunidad y los niños y niñas alrededor de los libros y las historias. Su objetivo es afianzar la apropiación del legado y patrimonio inmaterial, en relación a las narrativas, de los habitantes del territorio.
Lectura y desarrollo infantil:
Iveth Alexandra Cuervo Nope es psicóloga recién egresada de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Su proyecto, que se desarrollará en Dibulla, en La Guajira, parte de un ejercicio de reconocimiento de los actores del territorio que hacen parte de los “otros” entornos que habitan la infancia (entorno salud, educación, hogar y espacio público) y, con base en lo anterior, propone una articulación de experiencias, acciones y escenarios comunes donde el niño, la niña y sus familias practiquen la lectura compartida como un factor vital en su desarrollo integral y construcción de vínculos afectivos.
Para lograr lo anterior, Iveth Alexandra Cuervo Nope se valdrá de la Biblioteca Pública del territorio, la cual tendrá un papel fundamental como escenario de participación; allí no solo sucederá la lectura, también sucederá la cotidianidad de la infancia. Este espacio será un eje de interlocución, diálogo y vínculo.
Sobre el estímulo de pasantías en el desarrollo de procesos de promoción de lectura para primera infancia (2018):
Este estímulo fue creado con el interés de fortalecer los procesos y gestión de las bibliotecas y salas de lectura De Cero a Siempre del país.
Para postularse a estas pasantías los proponentes elegían un espacio y territorio distinto al lugar donde residían para desarrollar su propuesta, llevando a cabo un proceso de indagación y reconocimiento del entorno cultural del lugar al que se presentaban.
Los jurados de este estímulo fueron Marcela Escovar, fundadora y directora de Picnic de Palabras; Luz Estela Fajardo, cofundadora de la Corporación cultural Puro Cuento; y Pablo Luciano Medina, creador del Centro de La Nube Infancia y cultura de la ciudad de Buenos Aires.
